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Cuba-Estados Unidos

La disidencia cubana recibe el acercamiento con EE.UU. con escepticismo o disgusto

El inicio de la normalización de relaciones entre Washington y La Habana fue recibida con circunspección o franca hostilidad por los detractores del régimen cubano que viven en la isla caribeña. “El castrismo ha ganado”, lamentó la célebre bloguera cubana, mientras Elizardo Sánchez, presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional, estimó que el acercamiento es “una buena noticia”, aunque descree de su impacto en las libertades para la población.

Imagen de archivo del activista cubano Elizardo Sánchez.
Imagen de archivo del activista cubano Elizardo Sánchez. http://observacuba.org
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Mientras las principales capitales del mundo, y en particular en Latinoamérica, celebran el inesperado acercamiento entre Washington y La Habana, la disidencia cubana en la isla ha reaccionado con moderación o desagrado. 

“Me parece que es una buena noticia porque la alternativa al diálogo y a los contactos civilizados entre los gobiernos sería la hostilidad y la violencia. Y siempre vamos a estar a favor de soluciones pacíficas por cauces diplomáticos y desde ese ángulo está bien que ambos estados normalicen sus relaciones diplomáticas”, explicó a RFI Elizardo Sánchez,  presidente de la Comisión Cubana de Derechos Humanos y Reconciliación Nacional.

Sin embargo, este referente de la disidencia no espera demasiado para las libertades de los cubanos.  “Yo no veo ninguna relación inmediata entre esta normalización de relaciones de Estado a Estado y la situación de derechos humanos en Cuba que sigue siendo muy desfavorable: el gobierno de Cuba viola todos los derechos civiles, políticos, laborables y sindicales, que son derechos normales en cualquier país civilizado.
(…) No creo que habrá un impacto inmediato. Creo que el gobierno de Cuba va a mantener esa situación anómala (…) Son procesos que yo no veo conectados directamente”.

La flexibilización del embargo anunciada esta semana fue percibida como un desacierto por otros opositores. "No era el momento oportuno para esas medidas, pues debía esperarse un gesto decidido de La Habana sobre los derechos humanos, pero lo cierto es que ya fueron tomadas", sostuvo el expreso político José Daniel Ferrer, quien preside en Santiago de Cuba (sudeste) la Unión Patriótica de Cuba (UPACU). De todos modos, dijo espera que "mientras Estados Unidos y la Unión Europea mantengan su compromiso sobre los derechos humanos, son respetables para la UPACU". "Debemos utilizar las brechas que se abren con esas medidas", recalcó.

Mucho más tajante fue la bloguera Yoani Sánchez. "El castrismo ha ganado", sintetizó. "Ahora nos esperan largas semanas de vítores y consignas, en las que el gobierno cubano se proclamará vencedor de su última batalla", estimó desde su diario digital.

Según la figura más notoria de la disidencia, la liberación de los tres cubanos se debe a que "en el juego de la política los totalitarismos logran imponerse a las democracias".
Desde Argentina, la disidente Hilda Molina, una médica que formó parte de la Revolución antes de pasar a la oposición, consideró que el acercamiento será contraproducente a la hora de esperar un cambio.
 

“Esto va a afianzar al régimen cubano. Estoy convencida de que las dictaduras no tienen arreglo, no son reformables”, dijo en declaraciones al medio argentino InfobaeTV. “Los señores Castro no van a cambiar su estrategia. A pesar de que el marketing internacional lo presente como una revolución, es un dictadura", sentenció.

 

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