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MÉXICO

Cuando informar se paga con la vida

La muerte del fotoperiodista Rubén Espinosa, que había sufrido graves amenazas en Veracruz, vuelve a destapar la cruda realidad del oficio de la información en México. En 2015, van tres informadores asesinados. Desde el año 2000, son ya 84. Las organizaciones internacionales denuncian los riesgos de ejercer el periodismo en el país

Rubén Espinosa, el fotoperiodista asesinado, en una fotografía de 2014
Rubén Espinosa, el fotoperiodista asesinado, en una fotografía de 2014 REUTERS/Stringer
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En la última década,  80 periodistas han muerto en México realizando su trabajo y otra docena de profesionales de la información permanecen desaparecidos. El último caso ha sido el del fotoperiodista Rubén Espinosa (Agencia cuarto oscuro, AVC Veracruz y revista Proceso) asesinado este fin de semana a tiros en México DF. Su cuerpo fue hallado con signos de tortura.

Un centenar de personas, en su mayoría comunicadores, se manifestaban este domingo en Veracruz en repulsa de su asesinato y el de cuatro mujeres en un multihomicidio sobre el que la Fiscalía todavía no se ha atrevido a indicar las causas.  Espinosa había denunciado públicamente haber sufrido amenazas por algunas informaciones que había dado de alto rango político del estado de Veracruz.

"Tuvo que abandonar Veracruz para refugiarse en el DF" ha confirmado para esta emisora Rafael Maturana, de Reporteros sin Fronteras (RSF), que subraya que "México es uno de los países con mayor riesgo para ejercer el periodismo. La impunidad es una realidad. Muchos de estos casos quedan sin condena alguna". El país ha alcanzado la peor puntuación de los últimos diez años y ocupa el lugar 139 de 199 según el ránking que establece la propia organización.

La protesta, extendida el domingo a la capital mexicana, culpó al gobernador de Veracruz, Javier Duarte, del partido del gobierno PRI y al propio Estado mexicano de ser responsables del quíntuple homicidio.

En otras localidades del país como Guadalajara (oeste), Chilpancingo, Acapulco (sur), Oaxaca (sureste) y Cancún (este) también hubo concentraciones para manifestar la indignación que ha desatado este crimen.

La Comisión de Derechos Humanos de Ciudad de México (OMBUDSMAN) expresó por su parte en un comunicado su "preocupación" ante el asesinato de Espinosa y pidió a las autoridades "no descartar la línea de investigación sobre el ejercicio periodístico"  como móvil del homicidio. Espinosa, además, daba amplia cobertura a manifestaciones que exigían el esclarecimiento los asesinatos de otros comunicadores.

El historial de coacciones es extenso y especialemente grave en los casos de la información local donde crimen organizado, corrupción política y periodismo se mezclan.

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