“Todos quieren cambiar el mundo, pero nadie piensa en cambiarse así mismo.” –León Tolstoi




DE UNA EXPEDICIÓN NO REALIZADA A LOS HIMALAYAS

Estos son los Himalayas
Montañas de un correr hacia la luna
momento del arranque eternizado
Sobre el cielo abierto
la llanura de las nubes rota,
de un golpe a la nada.
El eco: un sordomudo blanco
el silencio.
Yeti, abajo hay un miércoles,
un abecedario, un pan
y dos más dos son cuatro
y se derrite la nieve
Hay una manzana roja
partida en cuatro.
No sólo crímenes
podría haber entre nosotros,
Yeti, no todas las palabras condenan a la muerte
Heredamos la esperanza
y el perdón
Mira cómo damos a luz
niños entre las ruinas.
Yeti, tenemos a Shakespeare
Yeti, tocamos el violín
Yeti, cuando anochece
encendemos la luz.
Aquí ni la tierra, ni la luna
y las lágrimas se congelan
o Yeti, puede ser el conejo de la luna
“Señor de la Luna”
piénsalo y regresa.
Entre las cuatro paredes de avalanchas
Estoy llamando al Yeti
Zapateando para calentarme
sobre la nieve eterna.

Wislawa Szymborska



No fue por abominable que comencé a llamarte así, fue pensando en el poema y llamando, desde afuera, a tu luz debajo de toda esa coraza que te percibo (quizá porque me la proyectas intencionalmente). Sí, tengo demasiada fe en ti pero no es una a ciegas (por más que te empeñes en decirte que te idealizo) y tampoco es para echármelas. Entiendo que somos una maraña de contradicciones además de que cambiamos constantemente, es por eso dudo que te conozca (incluso a veces dudo de lo que te he aprendido y me quedo entonces con la seguridad de los lunares en forma de huella en tu espalda) y por supuesto, tampoco estoy segura de algunas cosas que dices porque aquellas acciones que me ponen triste no van acorde con lo que expresas pero igual las dejaba bailoteando al rededor para tratar poco a poco con ellas.

Sé que eres de naturaleza curiosa, que te gusta perderte en un mundo. Mi corazonada es que es ese pasado que no dejas de arrastrar y se convierte en tu presente... a veces afirmas tanto tu personalidad que me hace pensar que se te olvida que somos transitorios y que cambiamos. Has dicho que no piensas que volverás a amar porque ya tuviste ese gran amor (pero, y diciendo esto con cautela, creo que maquillas a ese tú de muchacho y esa muchacha [con mayor precaución] no creo que hayas encontrado el verdadero amor [como comienzo a comprender que no lo descubrí contigo aunque sí gracias a ti], alguien que ames y que te ame con el compromiso de encontrarse no importa que esté muy oscuro ---la importancia de nombrarse y acordar entre dos [o tres, cuatro... pero acordar].) 
Cuando trato de comprender tus tratos groseros, trato de visualizar tus circunstancias y entender que has pasado por varias experiencias que te han desilusionado y traído tristeza, he visto como te afecta Su enfermedad, a veces, cuando estás triste lo noto con lo que llegas a vaporizar sólo hay que estar cerca... La tristeza y alegría suelen delatarnos con características muy de niño/a.

Yeti, hay cosas más profundas pero entiendo que no es el momento para traerlas porque son de las que te hacen meterte en tu caparazón, sólo déjate ser. No controles tus emociones, aprende a comunicarlas. Recuerda que cada quien tenemos que lidiar con lo nuestro, no te guardes algo de dos porque tardamos en sanar. Se sincero, trátate tiernamente... “no te juzgues sin tiempo” y evita juzgar sin oportunidad. Lo de los riesgos es saludable, tienes mucha energía es cuestión de identificar cómo y hacia dónde canalizarla... Disfruta cada momento, no te acuestes si hay algo que te está faltando. Escarba, escarba y escarba hasta saber qué puede ser. Comparte. No te lastimes y no lastimes. Ríe con el estómago y con los pulmones. Hazte cancha y saca la amargura para que puedan entrar bonito y directo nuevas experiencias (entre ellas, nuevas emociones). Perdona, be kind. Acéptate errores, no te preocupes no tienes que conocerlo todo... Te lo dije hace un rato y quiero repetírtelo: ¡encuéntrate pronto! Tienes un mundo, una forma de interpretar a través de tu sensibilidad que nos estamos perdiendo. La sensibilidad me parece como un músculo al que hay que trabajar si no se atrofia. Di lo que sientes y piensas (la humanidad tenemos que aprender a ser tolerantes) y estáte dispuesto a escuchar porque por ahí uno crece. Crecemos con la ayuda de otras personas (a las que podemos leer, escuchar, observar no importa, pero crecemos con los demás -sí, parte del juego lo tiene la confrontación pero es la forma de dirigir nuestra atención a aspectos que evitamos o que simplemente ignoramos). No somos islas por más que lo intentemos, buscamos atención o atender pero da lo mismo nos llama la trascendencia.


Querido, Yeti, espero que nos encontremos pronto, que alcancemos nuestros sueños, que estemos contentos con quienes somos, que aprendamos a descubrir y encontrar el amor en sus distintas formas, que seamos verdaderamente libres... En fin, que nos vivamos nuestra existencia.
Te amo.