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Las dos parejas españolas pierden a sus hijos etíopes

Las familias podrán recurrir la sentencia, aunque sus visados caducan el 29 de septiembre

Sonia Alonso y Rubén Fernández, junto a su hijo Mikel Tamirat, en una imagen cedida por la pareja.
Sonia Alonso y Rubén Fernández, junto a su hijo Mikel Tamirat, en una imagen cedida por la pareja.

Este domingo se cumplirán cinco meses desde que dos parejas españolas viajaron hasta Etiopía con la ilusión de que ese sería el último paso antes de que les otorgaran la adopción definitiva de sus dos hijos; un último trámite que, en principio, tendría que llevarles no más de dos semanas. Un conflicto de competencias entre la Administración central etíope y la regional alargó el proceso hasta cerca de cinco meses y ha provocado que finalmente el juez haya decidido revocar la adopción y quitarles a los niños, aunque la sentencia contempla la posibilidad de apelar. Las familias han confirmado este jueves que, por recomendaciones de sus abogados, van a recurrir en instancias superiores

De nada ha servido la mediación del Ministerio de Asuntos Exteriores de España, que envió hace dos semanas una carta al cónsul español en Addis Abeba; ni del Ministerio de Sanidad, que también ha hecho gestiones "de alto nivel", según confirmaron hace semanas.

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Sonia Alonso y Rubén Fernández, y Silvia Pons y Jerónimo Moltó iniciaron el proceso de adopción de Mikel y de Mario hace ya cuatro años. Ambas parejas llevaron a cabo todos los pasos necesarios para adoptar. Volaron hasta Etiopía el 31 de marzo para asistir al último juicio que se resolvió con una sentencia firme que les daba la adopción. Pasaron las semanas y los certificados de nacimiento y pasaportes de los niños no llegaban. Fue entonces cuando el Ministerio de la Mujer (MOWA) –la Administración central– informó de que revocaba la adopción y denunciaba a los padres tras descubrir una firma del MOWA supuestamente falsificada por el director del orfanato donde se encontraban los niños.

El 10 de junio la corte federal etíope resolvió una solución intermedia. Por una parte pedía al MOWA que recabase la información necesaria para demostrar que la firma era falsa y por otra se le ordenaba que le diesen la adopción, urgentemente, a las dos parejas españolas. Comenzaba entonces la pesadilla burocrática. El MOWA federal– Administración que hasta hace un año era la encargada de gestionar las adopciones– se declaró incompetente para ejecutar la sentencia del juez; y los Estados Regionales del Sur –Administración regional– se negaron a aplicarla. Durante todo este proceso, que se alargó cuatro meses, los niños convivieron con las dos parejas españolas en un hotel de Addis Abeba. Pero hace más de dos semanas se vieron obligados a entregar a los menores que fueron llevados a un orfanato del sur del país. Sonia Alonso, una de las adoptantes, relataba ese momento como “el más duro” de su vida. “Yo estoy destrozada pero me horroriza pensar en cómo lo puede estar pasando el niño”, aseguraba.

Silvia Pons, junto a Mario, en una imagen cedida por la familia.
Silvia Pons, junto a Mario, en una imagen cedida por la familia.

El miércoles pasado, cuando se celebró la última vista, los padres adoptivos confesaban tener pocas esperanzas en que el juez fallase a su favor, pero mantenían “su confianza en la diplomacia”. En esa ocasión los Estados Regionales del Sur alegaron que a pesar de que las familias biológicas no podían hacerse cargo de los niños, Etiopía sí, ya que cuenta, según ellos, con orfanatos mantenidos con ayudas internacionales. Era la segunda vez que los Estados Regionales del Sur argumentaban que su país podía cuidar de los menores, una actitud que se debe al carácter nacionalista de estas regiones que son bastante reacios a las adopciones por parte de países extranjeros. Mientras tanto, el 29 de septiembre se caducan los visados de las dos parejas españolas y su idea es seguir luchando desde España a través de algún representante local que se quede en el país y defienda su caso.

En medio de este bucle burocrático, los últimos datos del Ministerio de Sanidad confirman una caída del 61% en el número de adopciones internacionales en España desde 2009; en ese año se gestionaron 3.006 adopciones, mientras que en 2013 tan solo se han culminado 1.188. El país que ocupa el primer puesto es Rusia, donde se llevaron a cabo 350 adopciones. Le siguen China y Etiopía, en el segundo y tercer puesto, con 293 y 260 adopciones, respectivamente.

Pasos a seguir cuando se adopta

-El primer paso es acudir a la comunidad autónoma correspondiente y pedir los papeles necesarios para iniciar el proceso. Se organizan sesiones informativas y en torno a cuatro o cinco talleres de familias que suelen ser disuasorios para que quién tenga dudas sobre la adopción, se retire del proceso.

-Se elige el país donde se va a adoptar y la comunidad autónoma se encarga de elaborar un informe basado en los exámenes hechos por psicólogos y asistentes sociales que visitan la casa de los adoptantes y revisan la documentación necesaria. Si el informe es positivo se emite un certificado de idoneidad.

-Con el certificado de idoneidad en la mano, se firma con una ECAI, entidad colaboradora de adopciones internacionales, que deben de estar autorizadas por la comunidad autónoma y acreditadas en el país donde se adopta. Todos estos trámites pueden alargarse de cinco meses a un año. El resto del tiempo que se tarde depende de la lista de espera de cada destino.

-El país de destino asigna entonces un menor, y los adoptantes deben certificar que aceptan a este niño. Se inician los trámites oficiales de adopción y dependiendo de las circunstancias específicas de cada Gobierno o bien se debe acudir allí o bien se apodera a alguien a nivel local para que haga los trámites en nombre de los adoptantes.

-En el último juicio, previo a que la adopción sea oficial, los padres deben de estar presentes. Una vez que se emite una sentencia firme, el último paso que resta es conseguir la partida de nacimiento y el pasaporte del menor.

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