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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

La lucha contra la pobreza infantil, al fin un asunto de Estado

Las reivindicaciones de las organizaciones de infancia son bien conocidas, pero el Gobierno, sobre todo, debe escuchar a los niños, niñas y adolescentes, y a sus familias

Un grupo de niños gitanos rumanos del poblado chabolista El Gallinero (Madrid) acuden en su autobús escolar a la escuela infantil de la Fundación Montemadrid García Pita en Vallecas y al centro escolar Alfredo López, también de Montemadrid, en octubre de 2016.
Un grupo de niños gitanos rumanos del poblado chabolista El Gallinero (Madrid) acuden en su autobús escolar a la escuela infantil de la Fundación Montemadrid García Pita en Vallecas y al centro escolar Alfredo López, también de Montemadrid, en octubre de 2016.Samuel Sánchez
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Muchos niños y niñas no pueden esperar, ni nuestro futuro como sociedad tampoco. Por eso recibo con entusiasmo la noticia de la creación de un Alto Comisionado de Lucha contra la Pobreza Infantil que dependerá de la Presidencia del Gobierno.

Esta decisión supone hacer de este tema una política de Estado, un paso claro hacia un Pacto de Estado por la Infancia que venimos revindicando desde hace varios años junto con otras muchas organizaciones.

Pero la satisfacción no puede hacernos olvidar quiénes son, y deben ser, los protagonistas de esta medida y las que puedan venir a continuación: los niños y niñas, ese 18% de ciudadanos, casi un tercio de ellos en riesgo de pobreza, que no votan y tienen escasa voz pública, aunque poco a poco vayan asumiendo cierto protagonismo. Los mismos que en el reciente V Encuentro Estatal de Consejos de Participación Infantil han emplazado a los políticos a intentar vivir con un sueldo de 900 euros al mes.

La pobreza infantil afecta directamente a los derechos de los niños, pone en peligro el bienestar de todo el hogar, quebranta la igualdad de oportunidades y arriesga el desarrollo social y económico de toda una sociedad.

España es el tercer país de la Unión Europea en tasa de riesgo de pobreza, un 29,7% de sus niños están en esta situación, casi dos millones y medio. También es el tercer país que menos gasto público dedica a la protección social de familias e infancia en porcentaje del PIB (un 0,7% respecto a la media de un 1,7%, según la UE). Y ambas cifras están estrechamente relacionadas: los países que invierten poco suelen reducir poco la pobreza infantil.

España es el tercer país de la Unión Europea en tasa de riesgo de pobreza, un 29,7% de sus niños están en esta situación

Como apuntan los propios chicos y chicas, la lucha contra este problema no pasa solo por el empleo, aunque es un elemento importante, sino también por políticas sociales y educativas que miren al presente y al futuro. Otros países han tenido éxito en esta tarea y es urgente que el nuestro ponga su ilusión y sus recursos también al servicio de la infancia. Las organizaciones tenemos claras algunas medidas que consideramos fundamentales, como el incremento sustancial de las prestaciones por niño a cargo o el enfoque del acceso a la educación de cero a tres años hacia los más vulnerables, para conseguir un comienzo más igualitario en el entorno escolar.

Pero no solo es importante invertir más, sino enfocar esa inversión en aquellos que más lo necesitan. Es una cuestión en la que tampoco tenemos mucho éxito, ya que la desigualdad entre los propios niños es bastante mayor que la ya alta desigualdad entre los adultos. Esto dibuja un importante desafío a medio y largo plazo en un país en el que gran parte de la protección social descansa sobre un acuerdo generacional que es difícilmente sostenible si dejamos a un tercio de los hogares en los que viven los más jóvenes a su merced, con las consecuencias que eso puede implicar.

Por eso todos nos jugamos mucho. Las reivindicaciones de las organizaciones de infancia son bien conocidas, desde UNICEF Comité Español apoyamos al Comisionado y le pedimos que nos tenga en cuenta pero que, sobre todo, escuche a los destinatarios de su tarea: los niños, niñas y adolescentes, y sus familias.

Gustavo Suárez Pertierra es presidente de UNICEF Comité Español

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