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La OCU advierte de “riesgos sanitarios elevados” al consumir leche cruda

Cataluña ha aprobado un decreto par regular la venta directa de este producto sin tratamiento térmico

Jessica Mouzo
El ganadero catalán, Pep Alsina, con su máquina expendedora de leche cruda
El ganadero catalán, Pep Alsina, con su máquina expendedora de leche crudaToni Ferragut

La Organización de Consumidores y Usuarios se ha unido a la alerta en torno a la regularización de la venta de la leche cruda de vaca. Apenas tres días después de que la Generalitat diese luz verde a un decreto que regulaba la comercialización a pequeña escala de la leche recién ordeñada sin tratamiento térmico (sin esterilizar ni pasteurizar), la OCU ha alertado de que el consumo de este producto contempla "riesgos sanitarios elevados". La Generalitat ha reforzado los controles de seguridad y ha asegurado que pondrá una etiqueta bien visible en la que se avise de que es necesario hervir la leche antes de consumirla para eliminar los patógenos que pudiesen haber contaminado el producto.

La OCU ha advertido de que "la leche cruda, sin tratamiento térmico, puede contener bacterias patógenas y su consumo puede ocasionar problemas graves, especialmente en niños, embarazadas y personas mayores, entre los cuales se describen casos de meningitis bacteriana". Según la comunidad científica, muchos microorganismos, como la Listeria, la Salmonella, la Escherichia coli o el Campylobacter, entre otros, pueden contaminar la leche y provocar infecciones gastrointestinales leves, aunque potencialmente complejas.

Pese a que la Generalitat obliga en el decreto a que las granjas que vendan leche cruda directamente al consumidor han de cumplir unos rigurosos requisitos marcados por una normativa europea (controles de gérmenos, animales sin tuberculosis ni brucelosis, revisiones periódicas, etc.) y tendrán bien visible la advertencia de que debe hervirse antes de consumirse, la OCU ha rechazado estas medidas y, en alusión, al etiquetado, ha reprochado que "la seguridad en el consumo no debería recaer en los consumidores".

La organización de consumidores ha advertido, además, de que, si el consumo de leche cruda sin esterilizar o pasteurizar está motivada por algún parámetro de tipo nutricional —que el consumidor piense que tiene más propiedades que la leche tratada—, ha de saber que "una vez se realiza el hervido en casa, las propiedades nutricionales se deterioran en mayor medida que en el caso de la leche pasterizada".

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Sobre la firma

Jessica Mouzo
Jessica Mouzo es redactora de sanidad en EL PAÍS. Es licenciada en Periodismo por la Universidade de Santiago de Compostela y Máster de Periodismo BCN-NY de la Universitat de Barcelona.

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