Ni Otto se llama Otto ni Amal Ram se llama Amal Ram. Pero esto no es importante. La clave está en que el negocio que Ram, banquero de inversión, ofrecía a Otto, supuesto multimillonario alemán, se basa en utilizar el pago de dividendos para obtener el máximo beneficio fiscal. Entre los países “en oferta”, España, además de Italia y Francia y, en menor medida, Noruega, Finlandia o la República Checa.

La conversación es corta, pero refleja cómo funciona la trama. Juegan con el dinero del contribuyente:

P1: ¿Qué puede ofrecernos?

P2: Como pueden ver aquí, operamos en Francia, Italia, España. Estos son los mercados principales. Noruega y Finlandia vienen después.

P1: Alemania no lo tocamos, aunque es un mercado muy lucrativo.

P2: Tal y como está ahora la situación en Alemania, yo le daría al menos un año antes de volver a hacer negocios allí. No me entiendan mal, hay gente que ya está operando allí.

P1: ¿Cómo llamaría hoy usted a estos negocios? ¿Por qué no cum/ex?

P2: Para mí, son negocios a partir de eventos, no me gusta llamarlos cum/cum o cum/ex. El modo en que las operaciones cum/ex estaban estructuradas era tan agresivo…

P1: Vamos, no nos andemos con rodeos. El dinero viene de los contribuyentes, ¿no?

P2:Sí.