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España y Rusia pactan un foro de ciberseguridad contra la desinformación

Borrell traslada a Lavrov su preocupación por las alegaciones de injerencia en Cataluña

Lucía Abellán
Josep Borrell (derecha), junto a su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, tras la rueda de prensa en Madrid.
Josep Borrell (derecha), junto a su homólogo ruso, Serguéi Lavrov, tras la rueda de prensa en Madrid.Mariscal (EFE)

España cooperará con Rusia contra la desinformación, un ámbito en el que se atribuye a Moscú buena parte de las injerencias detectadas en países occidentales. Este es el principal acuerdo que han alcanzado este martes los ministros de Exteriores español, Josep Borrell, y ruso, Serguéi Lavrov, durante un encuentro oficial celebrado en Madrid. Borrell ha trasladado a Lavrov su "preocupación por la difusión de noticias falsas" respecto a Cataluña y el responsable ruso le ha respondido con una oferta de crear un foro conjunto para analizar el problema y tratar de atajarlo. Borrell ha aceptado.

La tensión con Rusia se aplaca. "Me alegra que haya lanzado esta propuesta para poder analizar el problema, saber de qué estamos hablando y prevenirlo para que no sea un elemento de fricción", ha celebrado Borrell en una comparecencia de prensa conjunta. Consciente de que puede resultar paradójico pactar con el representante de un país al que se considera implicado en estas prácticas de manipulación, el ministro ha precisado: "Nunca hemos dicho que fuera el Gobierno ruso, pero determinadas informaciones provenían de medios rusos. Por eso resulta muy sensato hablar de manera profesional en este grupo de ciberseguridad". Aunque Lavrov asegura haber propuesto arreglos similares para el conjunto de la Unión Europea, de momento la cooperación será bilateral entre Madrid y Moscú.

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La mera visita del ministro ruso, uno de los pilares del Gobierno de Vladímir Putin, ya resulta representativa del deshielo que se vive entre ambos países. El último viaje oficial de Lavrov se produjo en marzo de 2014, en plena tensión por la crisis de Ucrania. Aunque España siempre ha abogado por mantener buenas relaciones con su principal vecino del Este, la invasión rusa de la península ucrania de Crimea cortó casi todas las vías de comunicación entre Moscú y la UE, incluidas las españolas. Las alegaciones de interferencias rusas a favor del discurso independentista catalán —en medios de comunicación y redes sociales— acentuaron el malestar.

De momento no existen detalles sobre cuándo se constituirá ese grupo de trabajo, menos aún sobre el elemento más delicado: quién lo integrará. Estrechar lazos con Rusia en un ámbito en el que reina la desconfianza hacia Moscú resulta controvertido para un país perteneciente a la OTAN. Es probable que el Centro Nacional de Inteligencia tenga algo que decir. También la embajadora que nombró el anterior Gobierno del PP el pasado mes de marzo para combatir las amenazas híbridas y fomentar la ciberseguridad, Julia Alicia Olmo y Romero. Más allá del ámbito interno, el ensayo español puede colisionar con el ejercicio antipropaganda que lidera Bruselas desde 2015 para combatir las noticias falsas originadas en Rusia.

Lavrov, que también se reunió con el Rey, ha negado las intromisiones de su país, pero al mismo tiempo ha tendido la mano para debatir el problema. "No existe ningún hecho que pruebe la interferencia rusa en Cataluña, Montenegro o Macedonia. He hablado de esto con el ministro. Las interferencias en asuntos de terceros países son inadmisibles. Hay que hablar de estas preocupaciones no ante los micrófonos, sino presentando hechos reales", ha defendido.

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Sanciones europeas

La distensión opera en ambas direcciones. España, que nunca fue gran entusiasta de las sanciones europeas contra Rusia por violar la integridad territorial de Ucrania, aboga más que nunca por repensarlas, aunque siempre atendiendo al cumplimiento de los acuerdos entre Moscú y Kiev para relajar las fricciones en territorio ucranio (acuerdos de Minsk). Borrell no deja dudas sobre el perjuicio que causa a España esta guerra de sanciones entre Europa y Rusia. "España es uno de los países más perjudicados por las medidas de respuesta rusas a las sanciones europeas. Así que deseamos más que nadie la normalización de la relación y trabajamos para ello", ha señalado.

Borrell ha llegado incluso a decir que España apoyó en Bruselas las medidas restrictivas adoptadas contra Moscú “en solidaridad” con otros Estados europeos que promueven una línea más dura hacia el Kremlin. De esa forma marcaba distancias respecto a la decisión adoptada por unanimidad de los 28 Estados miebros en 2014.

El ministro ruso ha corroborado esa disposición española a relajar la presión sobre Moscú, en un momento en que el aliado tradicional europeo, Estados Unidos, mantiene su mayor enfrentamiento con la Unión Europea y este bloque necesita diversificar sus alianzas mundiales. "España está entre los países europeos que comprenden la anormalidad de la situación actual de las relaciones entre Rusia y la UE", ha resumido Lavrov. Su país, ha sugerido, derogaría las represalias contra la importación de productos comunitarios adoptadas como respuesta a las sanciones europeas si desapareciera ese castigo comunitario.

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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