Con una serie de visitas, apoyadas por la empresa estatal, los alumnos y alumnas que participan del taller de fotografía del Liceo Técnico Amancay, asumieron el desafío de capturar con sus lentes las historias de ex habitantes del campamento Saladillo de División Andina y así reconstruir una época que en palabras de algunos saladillenses "fueron tiempos maravillosos".

Marcelo Iturra, es el docente de fotografía encargado de guiar a los jóvenes en el desarrollo del proyecto. "La idea es que a través de la fotografía y medios audiovisuales podamos hacer un rescate patrimonial del espacio, apelando a la emotividad y de alguna forma generar un documento tangible que perdure en el tiempo y que sirva para generaciones venideras que puedan conocer qué es, qué era y qué será Saladillo", explica.

Ámbar Gómez, alumna de 2º medio, comenta que "no conocía Saladillo, es muy bonito, interesante, hay mucha historia y da un poquito de pena que la gente de Los Andes no sepa de esto". Para Máximo Stepankowsky, alumno de 4º medio, "es muy interesante, bonito, no conocía Saladillo y me interesa mucho su historia. Es un desafío presentarlo desde la fotografía, pero se hace posible con la información que hemos recopilado".

La coordinadora de Asuntos Públicos de la División, Pamela Ríos, subraya que esto se enmarca en el programa educacional "Andina más Cerca", el cual apoya a colegios y liceos técnicos del valle de Aconcagua y que en esta oportunidad se suma a esta importante iniciativa. "La idea es apoyarlos en que puedan acceder a este ex campamento, puedan retratar a personas que vivieron acá, con el fin de poder rescatar este patrimonio, que muy pocas personas conocen actualmente, y que forma parte de la identidad del valle de Aconcagua y de la historia minera de Chile".

Con el apoyo de Andina, el material recopilado y editado, se podrá apreciar en una exposición en la ex Estación de Ferrocarriles de Los Andes abierta a toda la comunidad, con el objetivo de mostrar parte de la historia del valle de Aconcagua y que las nuevas generaciones conozcan lo que pasaba en la alta cordillera, a través del relato de sus protagonistas.

Un mundo distinto

El trabajo de los estudiantes también considera el relato de ex habitantes de Saladillo, quienes se emocionan al recorrer sus calles y volver a entrar a sus antiguos hogares, recordar historias, anécdotas y momentos ahí compartidos, motivos que los hicieron pasar por la risa, las lágrimas y la nostalgia.

Juan Villarroel vivió 14 años en el campamento, hoy trabaja en minería en el norte, y así relata su experiencia: "llegué cuando tenía siete años a vivir en este maravilloso lugar, hice buenos amigos, conocí buenas personas, fue algo increíble y lo que más rescato de acá fue el amor que nos tuvimos, éramos solidarios. Tengo un amor a este campamento que es incomparable".

Para Berta Vidal, dueña de casa, los 12 años que pasó en el campamento, donde también vivió la infancia de sus hijos, marcó hitos que no olvida. "Nosotros veníamos del sur, de Talcahuano y llegamos acá, donde por primera vez vimos la nieve. Que Codelco abra la oportunidad que la gente conozca el campamento es una muy buena idea para que sepan quiénes vivieron, cómo fue".