Telefónica paraliza la salida a bolsa de su filial argentina por la crisis del peso

José María Álvarez-Pallete no tiene suerte con sus intentos de reducir la abultada deuda de Telefónica mediante la salida a bolsa de sus filiales. Si en 2016 tuvo que suspender la colocación en los mercados de capitales de Telxius, su división de infraestructuras, y de la británica O2, operación que ha sufrido numerosos aplazamientos, fuentes financieras aseguran que la multinacional española va a paralizar la oferta pública de venta (OPV) de su compañía en Argentina.

Otras fuentes sostienen que, oficialmente, Telefónica no ha tomado ninguna decisión todavía, a la espera de los acontecimientos en Buenos Aires, la capital del país latinoamericano que acaba de pedir un rescate al Fondo Monetario Internacional (FMI). Pero Pallete ya conoce la opinión de los dos bancos coordinadores que contrató para sacar a bolsa su filial argentina, Morgan Stanley y Bank of America Merrill Lynch, los cuales le han indicado que en estas circunstancias es imposible vender a inversores acciones de una compañía local.

La salida a bolsa de Telefónica Argentina está prevista para el segundo semestre del año, por lo que la multinacional española aún tiene tiempo para retomar la operación si la calma regresa a Buenos Aires. Pero fuentes financieras señalan que difícilmente se pueden buscar inversores institucionales para tomar posiciones en el país si, como prevén los bancos, la tensión política se acelera y provoca el retorno del Partido Justicialista de Cristina Fernández de Kirchner.

“Los 30.000 millones de dólares que el Gobierno le ha pedido al FMI no van a ser gratis”, explica un banco estadounidense en relación a los duros ajustes que la institución internacional le va a pedir a Mauricio Macri. En este sentido, añade que este rescate supondrá más impuestos, menos derechos, recortes del gasto social y, por tanto, protestas en las calles. La primera de ellas está prevista para el próximo día 23, fecha en la que los profesores del país han llamado a un nueva jornada de huelga general.

El Banco Central de Argentina ha echado el resto para detener el desplome del peso en los últimos días, gastando el 10% de las reservas del país para evitar que la moneda local cayese por debajo de los 25 pesos por dólar. Pero el contagio ya ha llegado a las multinacionales, que han paralizado varias emisiones de bonos, como la que tenía previsto hacer Telecom Argentina. El rival italiano de Telefónica en el país latinoamericano se ha hundido un 26% en lo que va de año en Wall Street, donde cotizan las acciones de su filial. Por su parte, AT&T decidió cancelar la OPV de Vrio, su subsidiaria latinoamericana en el negocio de la televisión de pago, unas horas antes de poner en marcha la operación, por “las condiciones del mercado”.

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Según los primeros análisis de varios bancos de inversión, Telefónica Argentina podría alcanzar un valor de mercado aproximado de 5.800 millones de dólares (4.700 millones de euros). El objetivo de Álvarez-Pallete era vender una participación que le permitiese ingresar unos 1.000 millones de dólares para reducir su abultado endeudamiento (44.240 millones al cierre de 2017) y mandar una señal a las agencias de calificación de solvencia en relación a los esfuerzos internos por quitarse grasa del balance.

El antecedente de 2013

Para el equipo de estrategia de Telefónica, hasta que se ha desatado la crisis del peso, el momento para colocar Argentina en bolsa era el adecuado tras los buenos resultados de la filial el pasado año. Esta subsidiaria ingresó 3.495 millones de euros en 2017, un 16,5% más (un 32,5% sin contar el efecto del tipo de cambio), mientras que su beneficio operativo se elevó hasta los 971 millones, un 21% por encima del obtenido en 2016. El problema es que Telefónica aplicó el pasado ejercicio un tipo de cambio peso/dólar de 18,56, cuando actualmente roza las 24 unidades tras superar las 25 días atrás.

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Telefónica tiene 25,1 millones de clientes en Argentina, de los que 19,3 millones son de móviles, 4,1 millones de telefonía fija y 1,7 millones de accesos de datos e internet. También dispone de la posibilidad de ofrecer servicios de televisión de pago en ciertas zonas del país. La subsidiaria tiene una plantilla de 24.000 trabajadores.

Pallete ya tuvo que suspender en 2013 la salida a bolsa de todo el negocio latinoamericano de Telefónica cuando ejercía de consejero delegado, y César Alierta, de presidente. Los dos decidieron cancelar esa operación por la que pretendían ingresar hasta 6.000 millones de euros por la baja valoración que hicieron sus bancos asesores.