La Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) muestra su más sentido pésame, y lamenta y condena los hechos que tuvieron lugar el pasado sábado en un coto de caza en la localidad de Aspa, en la provincia de Lleida, donde un cazador mató a tiros a dos agentes rurales después de que estos le solicitaran la licencia de armas, que no tenía vigente para la escopeta que usaba.
Pero AUGC también quiere denunciar el oportunismo y utilización política de este trágico suceso por parte del conseller de Interior de la Generalitat de Cataluña, Jordi Jané, quien ha aprovechado para pedir que los Mossos d'Esquadra tengan competencias sobre tenencia de armas y explosivos, que actualmente corresponden a la Guardia Civil en toda España
Desde AUGC consideramos que una cuestión tan de suma trascendencia como es la concesión de licencias y el control de la circulación de armas y explosivos en España no debe ser abordada con esta ligereza, y menos en un país que desde hace un año y medio se encuentra en situación de nivel cuatro de alerta terrorista (de cinco).
Una vez más, hemos de ver cómo los intereses políticos particulares se sitúan por encima de la seguridad ciudadana, demostrando una alarmante falta de responsabilidad a la hora de abordar un aspecto tan trascendental. En un momento en el que se exige una absoluta coordinación y claridad en el control del movimiento de explosivos y armas de fuego en España, la Generalitat propone la desconexión territorial de esta función policial, obviando que este asunto tan delicado como importante es competencia exclusiva de la Guardia Civil en todo el territorio nacional.
AUGC vuelve a pedir, en este sentido, respeto al trabajo que llevan a cabo los guardias civiles en toda España. Unos profesionales que, pese a carecer todavía de derechos sociolaborales básicos, trabajan cada día para garantizar los de sus conciudadanos y velar por su seguridad.
Por otra parte, desde AUGC cabe plantear la idoneidad de la transferencia de competencias, a la vista de los resultados de la gestión del tráfico en Cataluña, que fue transferida en los años noventa a los Mossos d’Esquadra en sustitución de la Guardia Civil. Así, en 2015 se produjeron cerca de 25.000 accidentes con víctimas mortales en las carreteras catalanas. Una cifra muy superior a las que presentan las siguientes comunidades autónomas en esta estadística, Madrid y Andalucía, con cerca de 15.000 accidentes con víctimas mortales (ver imagen). En este sentido, y ante estas circunstancias, la pregunta sería más bien si no deberían devolverse estas competencias a la Guardia Civil en Cataluña.
