El jamón ‘made in USA’ gana terreno: cerdos ibéricos criados en Texas o Georgia

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Un negocio que comienza a cotizar al alza

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Viajaron hasta EE.UU. para iniciar una nueva vida. No es otra historia del ‘American Dream’, sino la de los primeros 150 cerdos ibéricos que en 2014 fueron exportados –en avión– desde las dehesas andaluzas para elaborar jamón “made in USA”.

También es la historia de dos emprendedores españoles, el sevillano Manuel Murga y el barcelonés Sergio Marsal, quienes ese mismo año cruzaban el charco con sus familias para fundar Acornseekers, la primera empresa dedicada a dicha actividad porcina en Estados Unidos, concretamente en Flatonia (Texas).

Cuatro años después, Acornseekers dispone de granjas en Texas y en Florida , cría más de 3.000 cerdos (ahora americanos, pero de pata negra) alimentados con bellota y vende a restaurantes y particulares lo que llaman su “Ibericus Meat” . Pero les ha salido competencia.

Iberian Pastures, un empresa localizada en el sur de Georgia (EE.UU.), creada en 2015 por Will Harris y por Jaime y Kurt Oriol –una sociedad formada al 50% por White Oak, una ganadera de Nueva York, y Cobacha, una granja de Alburquerque, en Extremadura–, desde hace un año también venden jamón “made in USA” además de otras carnes como el secreto, la pluma o la presa ibérica.

Han pasado tres años desde la llegada de los animales a suelo georgiano, también en avión, procedentes de la granja extremeña de Cobacha, y los ejemplares ibéricos –que también se han reproducido– han sufrido una variación en su dieta. No son alimentados con bellotas, como tradicionalmente se ha hecho, sino con cacahuetes y nueces (cuenta Eater en un extenso reportaje), que pueden similar en aporte calórico a la bellota.

Aún así ellos llaman “ibérico” al jamón que venden, porque desde que en 2008 – en plena crisis económica– el gobierno español diera luz verde a la exportación de animales de raza ibérica vivos, destinados a la cría fuera de nuestro país, la normativa no ha prohibido el uso del nombre en los productos que de ellos se derivan.

Y no es la primera vez que sucede algo así en Estados Unidos; La Quercia, por ejemplo, una empresa de Iowa, también tiene en el mercado un jamón que ellos llaman “de bellota”, aunque poco tenga que ver con el cerdo ibérico.

“Yo no hubiera dejado salir a los cerdos de España”, decía el gran embajador de la cocina española en EE.UU., el chef José Andrés, en declaraciones a The Washington Post, añadiendo que lo único que podía suceder es que “España perdiera beneficio”.

“Yo no hubiera dejado salir a los cerdos de España”

Mientras que el jamón ‘made in USA’ comienza a ganar terreno, los ganaderos españoles comienzan a alarmarse por esta competencia repentina. Algo similar a lo ya sucedido con la carne Wagyu japonesa, que se ha vuelto casi imposible de identificar.

Pero los temores de los ganaderos también se relacionan con el hecho de que, a diferencia del burdeos francés o del cava catalán, el cerdo ibérico no tenga las protecciones de Denominación de Origen en la Unión Europea, por lo que cualquiera puede usar libremente el nombre.

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