The Party

The Party

The PartyInteligente, mordaz, ágil, irónica, deslenguada y catártica comedia de humor (en blanco y) negro:The Party, la película de la cineasta londinense Sally Potter, contiene en sus precisos 71 minutos de metraje todos los elementos del gran cine. De ese cine con mayúsculas que evoca la visión de un filme clásico. Como esas películas antiguas que la propia directora reconoce que se erigieron en su fuente de inspiración a la hora de elegir este formato visual para transmitir mayor profundidad con sus personajes. Brillante planificación de secuencias en la —por momentos— claustrofóbica vivienda en la que se reúne un reparto en estado de gracia. Resulta admirable lo que un buen guion —obra de la propia Potter— puede sacar de un gran actor. La suerte para los espectadores es que no estamos ante sólo uno, todos están magníficos. Las lúcidas reflexiones que Potter pone en boca de sus personajes en esta historia de marcado ambiente teatral, pero impregnada de un incuestionable vigor cinemático, son al tiempo cargas de profundidad dispuestas en macabra sincronía para dinamitar uno a uno los cimientos de nuestro Estado del Bienestar. Potter consigue, haciendo gala de un humor ácido tremendamente british, ganarse al público y desmontar toda una colección de clichés que rigen nuestras vidas. Y lo que es más. La cineasta nos tiene preparada una inteligente sorpresa final que termina por desarmarnos por completo y que caigamos rendidos a sus pies.

La película fue recibida con una sonora ovación por el público asistente a su pase de prensa inaugural en la 62ª edición de la Seminci. Más tibio fue el recibimiento para el cortometraje  Los desheredados, drama familiar con tintes de cine realista dirigido por Laura Ferrés y que funciona sólo como homenaje personal e intransferible de la directora a su padre y abuela.