Cocina Para Luchadores

He estado hablando de esto en tantos lados que había olvidado escribir algo en mi blog, voy a tratar de contar la historia de una manera diferente, y agregar algo más que no haya dicho.

Cocina Para Luchadores un nombre inspirador, que abre la imaginación, para mi decir luchadores es pensar en la lucha libre mexicana, y decir cocina para luchadores pienso en los cómics de Alexis Ziritt, un restaurante a la orilla de un polvoriento camino, un par de enmascarados comiendo unos ricos platos mexicanos, mientras están a la caza de unos vampiros, y por ahí me podría ir sin parar.

Justo la idea empezó con el nombre, Luis Cobelo es un hombre brillante, en una cascada de ideas, de juego de palabras y quien sabe que otras cosas pasaban por su mente dijo: “Cocina para Luchadores”, y de ahí empezó un viaje que nos trae a donde estamos ahora, haciendo un libro, haciendo un documental, haciendo un restaurante, haciendo arte, diseño, seguimos soñando y nos lanzamos a la aventura, dejando todo atrás, confiando en el equipo, en nuestro talento y siendo parte de algo grande.Cuando Luis dice cocina por supuesto está pensando en Pocho Garcés también cuando dice luchadores; van a hacer un libro, en México por supuesto, ¿de cocina mexicana?, no, eso no les corresponde, solo va a servir de inspiración, van a hacer una interpretación de esos platos tradicionales; ¿y los luchadores?, los luchadores son personas fantásticas, la lucha libre es un mundo increíble, ¿y que comen estos súper seres?, bueno, vamos a averiguarlo.

Hace ya varios meses Pocho me llama y me dice: cocina para luchadores, ya estoy adentro, no importa que estoy haciendo, lo dejo y me voy a México a no sé muy bien hacer que, pero me llevo la cámara.

El tiempo fue pasando, se acercaba la fecha, todavía sin saber exactamente mi tarea en la realización de un libro, no quería preguntar mucho, no quería perder la fantasía que me daba solo el nombre, y México, cuánto tiempo queriendo ir a México, gran cultura, parte de todos nosotros, gran influencia para todos también.

La primera reunión del grupo fue en Caracas, en la casa de la encantadora Tita, reunidos alrededor de una botella de tequila (dos botellas), casualmente ilustradas con motivos de lucha libre, ¿casualmente?, bueno, todavía debo reemplazar una de esas botellas.

Y partimos para México, como siempre pasa en estos viajes la percepción del tiempo (y la realidad) cambia, apenas partimos, en la escala de Bogotá Pocho nos cuenta cómo perdió y recuperó un teléfono en diferentes vuelos, ya entrábamos en otro mundo.

Al llegar a México dice la leyenda que fui detenido en inmigración y la única manera de salir fue hablando de mi afición a la lucha libre y de mi ídolo Médico Asesino, Yo solo recuerdo lo nervioso que estaba pensando que esto terminaba antes de empezar.

Pero solo fue una bienvenida a esta aventura, y la verdad no podía ser de otra manera, esto no era un viaje cualquiera, no venía de turista (nunca lo hago, pero lo que quiero decir es otra cosa), ya al salir nos encontramos todos, Luis había llegado antes porque tomó un vuelo diferente, nos esperaba con Enrique Luque, el diseñador gráfico, quien venía de Paris y arrancamos para el hotel.

Yo tenia mucho tiempo queriendo conocer México, el DF sobre todo, Yo nací y me crié en un pequeño pueblo de campo, pero soy adicto a la ciudad, me cuesta salir de ellas, y conocer una de las ciudades más grandes del mundo me excitaba, aunque por más que investigaba no terminaba de hacerme una idea de que encontrarme, no sacaba de mi mente esas imágenes que tenía de niño, de un set View-Master de Ciudad de México, y ahora que lo pienso tal vez por eso abuse de los presets del VSCO Cam en todas las fotos que tomé allá.Apenas llegamos ya estábamos comiendo en la calle taquitos al pastor, rápido porque el taxi nos iba a llevar a la primera locación, el ritmo nunca paró, la diversión tampoco.

Un par de días luego estábamos ya con nuestro primer luchador, El Hijo del Medico Asesino, nos recibió en su casa y nos recibió con su padre el mítico Médico Asesino, ambos enmascarados, en ese momento supe que esto no era cualquier proyecto, fue una increíble mañana, su casa llena de tantos detalles, trofeos, fotos, un mundo pasado y muy presente, Pocho y el Médico tuvieron una gran conversación que fue desde la cocina, ron venezolano, hasta lo trascendente de la vida, mientras Luis y Yo tratábamos de no perder detalle, la magia estaba en el ambiente, Yo hacía lo posible por capturar algo de ella en video, seguía todo lo que hacía Luis, mucho más experimentado que Yo en todo esto.

La mañana terminó con todos tocando la batería que estaba en la casa y un momento entre padre e hijo que nos dejó a todos sin habla, no pude detener las lágrimas, estos titanes nos dieron un momento inesperado, volví a respirar cuando comprobé que lo había capturado todo.

La segunda parte del día transcurrió en el Centro Culinario Ambrosía, donde Pocho se lució con sus recetas, cocinando junto al Hijo del Médico, con la asistencia de geniecillo Omar Pereney, quien nos ayudó mucho durante todo el viaje y termino siendo otro más del equipo. Al final del día era lo más grande que había hecho en mi faceta de director (tampoco he hecho mucho, pero esto era realmente grande), todo cambio, Ya sabía lo que había venido a hacer, tal vez ninguno en el equipo estaba muy seguro de mi función, pero agradezco la confianza que tuvieron al incluirme y dejar que actuara y encontrara mi camino y pudiera aportar, complementar y entre todos terminar de armar el proyecto.

Esa misma noche tuvimos nuestra primera salida de celebración, terminamos la noche brindando con una botella de tequila en la calle, en uno de los puntos de encuentro de la Roma Norte.

Este viaje fue de exploración, de preparación, para lo que va a ser un largo trabajo, de varios meses, un duro trabajo, no crean que fue fácil y mucho menos que va a ser fácil, pero para eso estamos, lo de luchadores se convirtió en una metáfora de la vida, de cada uno, todos somos luchadores y es importante hacer esto, para cada uno de nosotros en lo personal es una lucha, seguro muy diferente la de uno del otro, pero decidimos enfrentarla juntos como equipo, superar esas diferencias, y hacer unos de los mejores trabajos de nuestra vida, repito, ya para mi todo cambio.

Voy a obviar mucha de la producción y relaciones públicas del viaje, tuvimos muchas entrevistas, conocimos mucha gente, hicimos amistades, reafirmamos otras, los mexicanos son personas muy atentas y amables, todos muy abiertos a ayudar este proyecto tan mexicano pero hecho por venezolanos, también honrados por este homenaje que le hacemos a su país, solo voy a hacer una justa mención a Livia Animas, quien nos hace las relaciones públicas, es la directora del Gimnasio de Arte y Cultura, una de las más reconocidas escuelas de fotografía de México, quienes también nos dieron un gran apoyo y donde hicimos la presentación del proyecto, ya en otro post hablaré solo de ese evento.

La siguiente fue la luchadora Diva Salvaje, también nos recibió en su casa, que queda en una vecindad mexicana como la que hemos visto en tantas películas, una linda casa con sus altares, sus fastuosos trajes de plumas, capas, su maquillaje, su simpatía, esta fue una sesión mucha más calmada pero igualmente interesante, el ambiente del sitio, del barrio, le dio un color y textura diferente a lo que venía haciendo, voy entendiendo lo rico que va a terminar siendo el documental.

El tercer luchador fue Súper Nova, un chico bastante joven pero muy popular, con el nos encontramos en el gimnasio donde entrena, esa mañana las tomas las hizo Luis Cobelo porque Yo estaba sufriendo luego de una larga noche de mezcal.

En la tarde Yo un poco más recuperado tomé otra vez mis funciones y nos fuimos al Huerto Roma Verde, un oasis de productos orgánicos cultivados en medio de la ciudad, Pocho hizo unos ricos platos junto a Súper Nova, cocinando al aire libre (si, en Ciudad de México), otra sesión totalmente diferente a la anterior.

Los días en México acabaron pronto pero la experiencia es como si hubieran sido muchos más, fuimos a las luchas, un día en la famosa Arena México, donde vimos a los luchadores más conocidos, por lo menos internacionalmente, imposible no dejarse atrapar por el ambiente, sin darme cuenta me encontré en primera fila gritándole a los luchadores, defendiendo a mi equipo, Los Técnicos, siempre le voy a los buenos, aunque la mayoría de mis luchadores favoritos son Rudos, toda la teatralidad y el drama, un gran espectáculo.

También estuvimos en otras arenas de luchadores independientes, más en la periferia de la ciudad, muy diferente, mucho más populares, vimos luchando en vivo al Hijo del Médico Asesino, se siente muy bien que nos reconociera como sus amigos, tuvimos el honor de conocer su identidad secreta.

Y ahora estamos preparándonos para el siguiente viaje, terminando de montar todo el material recopilado, pronto publicaremos nuevos videos, saldrá el primer capítulo del libro, o capítulos, hay muchas cosas por hacer todavía antes de volver a México, a hacer un viaje mucho más largo y de más tiempo, vamos a salir del DF e irnos a la ruta y conocer la lucha en otras regiones, conocer por lo menos una veintena de luchadores más, agregar más capítulos al libro.

Por ahora les dejo un sneak peek de lo que se viene, una pequeña edición que monte en una tarde para las presentaciones que estábamos haciendo allá, y los invito a que sigan de cerca nuestras próximas aventuras.

Cocina para Luchadores es un libro de fotografía y cocina, un libro de mesa (coffee table book) y de culto. La mezcla de recetas inspiradas en los sabores y platos tradicionales mexicanos, y la pasión por la lucha libre, con un diseño gráfico y conceptual que celebra muchos de los elementos esenciales de la identidad de México y su gente.

Cada capítulo está dedicado a un luchador, una crónica periodística con cada uno de ellos, el chef Pocho Garcés, tomá de cada encuentro los ingredientes principales y platos que mantienen vivo el espíritu de lucha, y los recrea, adaptándolos en recetas faciles de hacer, todo acompañado del excelente trabajo de Luis Cobelo, quien toma y selecciona las mejores fotografías de cada “pelea en la cocina”.

El equipo de Cocina para Luchadores esta conformado por Pocho Garcés, conocido chef venezolano, investigador gastronómico, creador de Comida de Soltero y de Recetas en 140 (donde también soy el director de los videos), junto con la asistencia del joven (muy joven) chef / genio Omar Pereney, ambos grandes amigos desde hace años; Luis Cobelo, consagrado fotógrafo y documentalista internacional, uno de los creativos qué más admiro, también gran amigo, Inti Acevedo, nuestro productor y editor, conocido blogger y personalidad de internet, el diseñador Enrique Luque, trotamundos del grafísmo, quien tiene una de las partes más importantes y difíciles, la concepción estética y el lenguaje gráfico, y Yo, Pablo E. Peña P. quien estoy encargado de darle vida al proyecto en video.

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