El nuevo jefe de Al Qaida amenaza con «aplastar» la capital británica

imanol allende LONDRES / CORRESPONSAL

INTERNACIONAL

El Gobierno autoriza que agentes de Transportes patrullen armados

23 may 2011 . Actualizado a las 06:00 h.

Ha podido variar la cabeza de la red terrorista Al Qaida tras la muerte de Osama Bin Laden, reemplazado por Saif al Adel, pero el vocabulario y las intenciones siguen siendo las mismas. Ayer, este nuevo enemigo de Occidente ordenó a sus seguidores en todo el mundo «aplastar» la capital británica, considerada como la columna vertebral del apoyo europeo a Estados Unidos. Al Adel quiere otro 7 de agosto como el que sufrió Londres en el 2005, ola de atentados en los que murieron 56 personas, y la orden tiene lugar a dos días de que Barack Obama visite la capital inglesa.

El encargado de transmitir la amenaza del egipcio Al Adel, que fue jefe de seguridad de Bin Laden, fue el portavoz de los talibanes, Ehsanullah Ehsan, que asegura que recibió la orden tras mantenerse una reunión la pasada semana entre líderes talibanes y la nueva cabeza de Al Qaida en algún punto de la frontera entre Pakistán y Afganistán. «Nuestro nuevo líder nos ha pedido un gran plan para Londres», indicó Ehsan.

En Londres se han tomado la amenaza muy en serio y como demostración basta la decisión adoptada por el ministro de Transporte, Philip Hammond, con la aprobación del Home Office (Ministerio de Interior), de ofrecer poderes especiales a cien de los 2.900 agentes de la British Transport para que puedan patrullar armados en los metros, trenes, autobuses y estaciones de la ciudad.

Obama no se arrepiente

Los cuerpos de seguridad británicos temen que las células durmientes de Al Qaida en el Reino Unido puedan llevar a cabo un atentado del estilo del cometido en Bombay en noviembre del 2008, en el que varios ataques a hoteles dejaron casi 200 muertos.

La presencia esta semana de Obama en Londres ha sido vista como una posible oportunidad para que los terroristas puedan atentar. El mensaje que lanzó ayer Obama a través de una entrevista concedida a la BBC no tranquiliza a nadie, ya que dijo que estaría dispuesto a ordenar una operación similar a la que condujo al asesinato de Bin Laden si otro líder terrorista era encontrado en Pakistán. «Nuestro trabajo es el de asegurar la integridad de Estados Unidos, somos muy respetuosos con la soberanía de Pakistán, pero no podemos permitir que alguien esté planeando desde allí asesinar a nuestra gente o a nuestros aliados», declaró Obama a la BBC, comentario que no fue bien recibido en Islamabad.

Por otro lado, ayer se intensificó la seguridad alrededor del portaviones nuclear estadounidense USS Carl Vinson, con una tripulación de 5.000 soldados, a su llegada al puerto de Hong Kong, ya que desde esta nave fue lanzado al mar el cuerpo sin vida de Bin Laden, por lo que se teme pueda ser objeto de algún atentado terrorista.

Mientras, en Afganistán al menos doce personas murieron en enfrentamientos entre policías e insurgentes talibanes.